TITULO: La conjura de la niebla
AUTOR: Ángela Banzas
EDITORIAL: Suma de Letras
AÑO DE PUBLICACION: 2022
Nº DE PAGINAS: 464
SINOPSIS
«Siempre supo que iba a suceder. No sabía cómo ni tampoco cuándo, pero sabía que el mal vivía en la niebla y se alimentaba del pueblo».
La desaparición de una adolescente sacude la pequeña localidad de Illa de Cruces. Allí la jueza Elena Casáis se hará cargo de la instrucción del caso pese a ignorar que ese suceso está conectado con la desaparición de la hermana de su madre, su tía Melisa. Un misterio de hace treinta años del que una mujer ingresada en un psiquiátrico y el viejo curandero de la isla guardarán las claves para resolverlo.
OPINION
A primera vista, parece que estamos ante otra de esas novelas que han supuesto un boom y que tan de moda están en nuestro país, enmarcadas en el norte de España y donde un asesinato desencadena la trama, normalmente encabezada por algún protagonista perteneciente a cualquiera de los innumerables cuerpos de policía, estatal o autonómico. En su mayoría, ahora que lo pienso, suelen ser protagonistas femeninas.
Y en cierto modo es así, La conjura de la niebla aglutina todos esos condicionantes que acabamos de enumerar. Pero también es cierto que de vez en cuando nos encontramos con alguna novela que además de todo eso, consta con algún elemento que la diferencia del resto y la hace sobresalir, y creo que este es el caso, afortunadamente no es el único, aquí ya hemos tenido la suerte de encontrarnos con alguna que otra.
¿Y qué la hace diferente? Pues ante todo y por eso es lo primero que quiero destacar, porque además me parece algo fundamental cuya carencia vengo reclamando insistentemente en los últimos tiempos, la calidad narrativa y literaria de la novela. Creo que Ángela Banzas no se conforma simplemente con acometer una narración pulcra, donde la historia se cuente correctamente y poco más, creo que además hace un esfuerzo literario por enriquecer prácticamente cada párrafo de la novela, unas veces de forma más acertada y otras también he de decir que igual no tanto. Pero el simple hecho de intentarlo, de que nos haga esperar el siguiente párrafo para ver con que metáfora o con que figura literaria nos va a sorprender, creo que es digno de aplaudir. Eso es lo que hace que un libro no sea una mera narración con un estilo aséptico y correcto, sino que lo convierte en literatura de verdad. Y como ejemplo, baste el párrafo que ya destacamos en Desván de Libros en nuestra sección de Pasajes Literarios; "Su madre guardaba ahí sus pensamientos; la belleza de la naturaleza, su poesía, melancólicos acentos de un viento que se cree libre porque vuela y solo es alma errante".
Es la primera obra que leo de esta autora y no sé si esta búsqueda de la belleza forma parte de su estilo habitual de escritura, pero sin duda invita a seguir leyendo más de ella.
Como ya habéis podido leer en la sinopsis, la novela arranca con la desaparición de una joven y el posterior hallazgo de su cadáver, que acaba conectando con otro asesinato acaecido treinta años antes en la misma zona. A partir de ahí la protagonista, Elena Casáis, que en este caso no es policía sino jueza, se ve inmersa en una vorágine de acontecimientos que se van precipitando, con un involucramiento incluso personal. Hay que señalar que aunque narrativamente está escrita en tercera persona, nos encontramos con una protagonista absoluta que casi podría haber narrado perfectamente la novela en primera persona. Y es que es así, Elena es la protagonista absoluta de la historia, por mucho que por ella vayan desfilando diferentes personajes con mayor o menor importancia en la trama. Y aquí me gustaría destacar a Amaro, un curandero de pueblo cuya sabiduría, esa sabiduría que no se aprende en los libros ni en las universidades, roza por momentos lo sobrenatural, me parece un personaje mucho más importante de lo que la propia narración nos quiere hacer ver. Sí que me hubiera gustado que se hubiera profundizado algo más en la psicología de algunos de los personajes, empezando por Elena lógicamente, creo que ahí había un filón que quizás la autora no ha explotado lo suficiente.
El otro aspecto de la novela que me gustaría destacar es Galicia. Pocas veces me he topado con una novela donde el autor sepa transmitir de una forma tan intensa el entorno donde se desarrolla. La niebla, la bruma, la lluvia sempiterna, la humedad, la oscuridad y el oscurantismo de esa Galicia profunda que por momentos nos impresiona hasta el punto de casi hacernos sentir el paso de la Santa Compaña por nuestro lado, poniéndonos la piel de gallina. Creo que Ángela Banzas ha conseguido una ambientación absolutamente brillante.
En definitiva, creo que se trata de una lectura más que recomendable, especialmente para esta época de lluvias y lecturas al calor de una manta o una chimenea mientras saboreamos un buen café.
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