TITULO: El lenguaje oculto de los libros
AUTOR: Alfonso del Río
EDITORIAL: Destino
AÑO EDICION: 2020
Nº PAGINAS: 400
SINOPSIS
Bilbao y Oxford, 1933. Gabriel de la Sota, escritor y profesor en la Universidad de Oxford, es el heredero de una de las mayores fortunas vizcaínas, propietaria de una gran empresa siderúrgica. Pero alguien tenebroso ha descubierto un oscuro secreto de su pasado y está dispuesto a todo para hundirlo. C. S. Lewis y J. R. R. Tolkien, sus mejores amigos, lo acompañarán incondicionalmente para crear la mejor historia jamás escrita.
Londres, 1961. Mark Wallace, padre de una niña de diez años que tiene un don muy especial, es un reconocido abogado británico a punto de retirarse. Un día recibe la visita de la escritora Úrsula de la Sota, quien le encarga que investigue sobre su pasado y herencia familiares: la prensa internacional se ha hecho eco de que la fortuna de Gabriel de la Sota quizá no se perdió completamente en 1933 y que las claves para saber dónde se halla pueden encontrarse en su novela póstuma.
OPINION
Ya desde las primeras páginas se adivina la intención del autor por abordar una obra de gran calado. Por el estilo, por la complejidad de la trama, por la aparición de personajes tan ilustres como Tolkien, C. S. Lewis o el mismísimo Unamuno, y que en el caso de los dos primeros no se limita a una aparición testimonial, sino que forman parte activa e intrínseca del argumento y del libro. Personajes que además aborda profundamente, presentándolos en dos épocas completamente diferentes de sus vidas; 1931 cuando aún no eran escritores reconocidos, y 1961 cuando ya son autores completamente consagrados.
El estilo es muy literario, por momentos y salvando las distancias me ha recordado la atmósfera entre misteriosa, romántica y de intriga de los libros de El cementerio de los libros olvidados, y eso al menos en mi caso, son palabras mayores.
Aunque encontramos un personaje que podríamos denominar principal, la verdad es que el libro cuenta con multitud de personajes que son importantes e imprescindibles. Y entre todos ellos me gustaría destacar a la pequeña Anne, un personaje absolutamente delicioso y que desde su pequeño y particular universo aporta una trascendencia total al argumento y al desenlace de la novela.
Como he dicho al principio, de forma consciente o no, intuyo que sí, el autor aborda una obra con una trama muy compleja, una serie de personajes muy trabajados que aportan una gran riqueza y unos saltos temporales que se suceden casi continuamente a lo largo de la novela entre épocas y entre escenarios, pues la novela transcurre entre Bilbao y Oxford, (sólo imaginar a personajes como Tolkien y Lewis charlando tranquilamente en un pub de la ciudad universitaria de Oxford ya suena a literatura pura). Creo que hay que estar muy seguro de sí mismo para afrontar una obra así y ser capaz de llevarla a buen puerto.
Hay un momento, hacia mitad de la novela, en que parece que tanta complejidad puede acabar escapando del control del autor y acabarse convirtiendo en un batiburrillo de ideas que no lleven a ningún lugar. Pero nada más lejos de la realidad, Alfonso del Río demuestra ser capaz de hilvanar un argumento tan complejo, tejerlo a su gusto y al del lector, y llevarnos en volandas, leyendo casi sin parar página tras página hacia un final que, como no podía ser de otra manera, nos aguarda con un giro inesperado y que le pone el punto y final brillante a lo que sin duda es un gran libro.
Es un libro muy literario, es un libro donde hay acción, donde hay misterio, intriga e incluso romanticismo, ¿Qué más se puede pedir?
Me gustaría destacar los diálogos entre personajes reales y ficticios con los que da comienzo cada uno de los capítulos, y que en el caso de los personajes reales, según confiesa el autor en las notas finales, son diálogos verídicos, brillantemente acompañados por las respuestas de los personajes ficticios. Me parece de una gran originalidad y que además aporta una gran riqueza literaria a esos comienzos. Creo que es un esfuerzo del autor por dotar a su obra de profundidad, y me parece digno de elogio.
En definitiva, creo que aunque estamos en Enero, apenas comenzando el año, esta será sin duda una de las mejores lecturas, sino la mejor, de este 2021, pues el listón ha quedado bastante alto. Y creo que Alfonso del Río, si es capaz de mantener este nivel, se puede convertir en una de las voces literarias más importantes del panorama nacional.
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