"No esquivé los desangelados días ni confisqué las noches que destilaban amargura. Abrí las compuertas y derribé los muros que contenían mis alambicadas miserias."
Las lágrimas de Hemingway - Reyes Calderón
« La huella del mal - Manuel Ríos San Martín El bosque de los cuatro vientos - María Oruña »
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